Es otro destino no tan conocido ni difundido de México. Una serie de altos de agua en el cauce del río San Vicente en el marco de un paisaje de clima cálido y húmedo que genera una especie de edén escondido (y refrescante). Se llaman cascadas del Chiflón, y están en Chiapas, no muy lejos de los lagos en turquesa de Montebello, y en sintonía con otras maravillas naturales del estado como las Cascadas de Agua Azul.
En el caso de las cascadas del Chiflón, el color del agua también tiene que ver con las sales de carbonatos disueltas. Y el efecto, es el de una belleza bastante particular. Las cascadas suman varias caídas, una de ellas conocida como Velo de la Novia, con unos 120 metros de altura. Pero otras más modestas en dimensiones, no dejan de sumar rincones donde relajarse y sentirse en un sitio del que dan ganas de quedarse y confirmar que es real.
Para llegar, hay que trasladarse hasta Comitán de Domínguez, municipio de Tzimol. Durante el paseo, se puede nadar en algunas áreas de aguas calmas, hacer senderismo, y acceder a algunos servicios básicos para el turismo.
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